4 lecciones de una semana en San Francisco con Imagine

4 lecciones de una semana en San Francisco con Imagine


Acabo de volver de una semana de trabajo con los “Dreamers” de Imagine en San Francisco.
Xavi Verdaguer y Rosa Monge, los impulsores y coordinadores de Imagine me dieron la oportunidad de formar parte del staff del evento y quiero agradecerles la confianza y haberme permitido vivir esta experiencia enriquecedora.

Como expliqué en un post anterior, Imagine es un programa que cuenta con 12 participantes, denominados «Dreamers», elegidos vía concursos por diferentes centros académicos o empresas radicadas en España (Fundación Banesto, Everis, Fundación Inlea, EADA…). Tras un fin de semana en Cadaqués, cuyo objetivo era que se conocieran y presentar los retos que debían trabajar, volamos con ellos a San Francisco el pasado 27 de junio. Durante su estancia de un mes, los Dreamers tienen el apoyo del equipo de Imagine y de expertos de algunas de las empresas más innovadoras de Silicon Valley para desarrollar los proyectos. Forman 4 equipos de 3 personas, que tendrán el reto de generar proyectos rompedores sobre 4 temas propuestos por los sponsors: una temática planteada por la Fundación Inlea centrada sobre la movilidad en “smart cities”, una segunda propuesta por Everis que pretende encontrar maneras de encontrar y movilizar el talento allí donde esté, la tercera iniciativa de la Fundación para la Felicidad de Coca Cola centrada en el desarrollo de la felicidad y su impacto sobre la salud y la cuarta, propuesta por la Fundación Futbol Club Barcelona, para buscar vías de llegar con iniciativas solidarias donde las acciones “clásicas” no llegan. Las ideas generadas durante el programa, transformadas en proyectos concretos, se presentarán el 26 de julio en un evento público en San Francisco ante la comunidad de inversores y emprendedores de Silicon Valley y, en septiembre, en Barcelona y Madrid.

Así que el 27 de junio empezamos a trabajar en el Imagine Creativity Center, en el centro de San Francisco.

 

 

 

 

 

 

El trabajo se divide en 4 fases de una semana: Replantear el problema, Generar ideas, Concretar y prototipar, Preparar la presentación de los proyectos.
Coordiné esta primera fase que consiste en replantear la problemática para enfocarla, definir vías de entrada claves y preguntas inspiradoras que optimizaran la generación de ideas. Ya tuve la oportunidad de insistir en posts anteriores  sobre el hecho de que para mi se trata de un paso clave en el proceso de pensamiento creativo e de innovación. No luce tanto como la fase de generación de ideas pero permite plantear las bases del trabajo y evitar encontrarse con un gran número de ideas que no dan realmente respuestas a lo que se está buscando. Y con los briefings recibidos, muy abiertos, era muy necesario elegir el enfoque que se quería dar a cada temática. Aplicamos unas cuantas técnicas que solemos utilizar en nuestros talleres de exploración en Inteligencia Creativa y generamos unas preguntas muy rompedoras que ayudarón a proporcionar una vista diferente de los proyectos.

Durante esta semana, hemos alternado sesiones de trabajo, visitas a empresas y emprendedores de Silicon Valley y San Francisco (Stanford University, Ideo, Waze, Google…), actividades lúdicas…El resultado es un caldo de cultivo perfecto para abrir las mentes y disparar la imaginación y la creatividad: un bombardeo constante de estímulos y UN ENTORNO QUE NO PERMITE SER NEGATIVO.  No solo por el hecho de pasar una semana sin oir las palabras crisis o rescate pero porque la realidad local te demuestra que el verdadero límite eres tu mismo. Por supuesto todos los proyectos no se transforman en éxito pero la diferencia es que cuando explicas una idea, la primera respuesta es “¿cómo piensas hacerlo?” a diferencia de España donde de entrada nos suelen evidenciar sus debilidades.
De hecho cuando el mismo día de mi vuelta conté a un cliente un par de conceptos novedosos que he podido probar (como Zip Car, un bicing de coches), la primera reacción fue la que me esperaba: “está muy bien pero en España no funcionaría por …”

 

En Ideo con Xavi,Rosa y Eliane, parte del staff

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al estar ahí uno se da cuenta que no son simples frases: esta cultura de mente abierta hace que en Silicon Valley (y en San Francisco) se respira de manera distinta. Incluso cuando no se llega al éxito. ¡En vez de buscar culpables, se pregunta lo que se ha aprendido y cuando se piensa empezar con la siguiente idea! No se trata de meras intenciones o frases leídas en libros: es la realidad diaria… Hemos hablado con “fracasados” orgullosos de haber probado algo y llenos de energía para volver a emprender.
Es el inicio del circulo virtuoso: si está bien visto hacer propuestas y si nadie me juzga ¿por qué no pensar en ideas nuevas y por qué no contarlas?; si nadie me pasa factura, ¿por qué no probar?; si pruebo unas cuantas veces, alguna vez acertaré; si tengo éxito otros talentos vendrán y querrán probar; si hay más gente probando, habrá más éxitos y esto atraerá a personas para asumir fracasos e invertir asumiendo riesgos…

Y esto no vale solo para nuevos proyectos o start-ups: se buscan emprendedores internos en las empresas establecidas también. El que mejor sale en la foto, no es el que defiende el orden establecido o prueba optimizar lo que existe: tienen claro que un ejecutivo no cumple si no piensa en lo que podría existir. No se trata solo de detectar oportunidades, ¡se trata de inventarlas o de cambiar el entorno para que aparezcan! Cuando uno tiene la oportunidad de estar reunido en Ideo y que un directivo le describa la cultura interna, no cuesta entender porque ¡después de 20 años y con un tamaño considerable sigue teniendo espíritu innovador! Fomentan el emprendimiento hasta el punto que cada empleado puede coger tiempo para trabajar en un proyecto personal, incluso aprovechando los medios de la empresa. Por supuesto la empresa se beneficiará de lo que aprenderá por el camino y tendrá a un empleado más motivado y más formado. ¿Y si el proyecto personal crece y la persona se va? Pues que se vaya sin problema, probablemente se hubiera ido por otra razón. No es que no contemplen los puntos negativos, es que los puntos positivos les convencen que vale la pena probar … y si funciona (es el caso) continúan…
Charlando con ellos de los indicadores que utilizamos en Inteligencia Creativa para medir el pensamiento creativo y la innovación, lo que les explicamos les pareció muy acertado pero aconsejaron añadir un indicador que les es de gran ayuda: learnings from failures (¿Cuánto hemos aprendido estos últimos x meses de los proyectos que no han funcionado?). No hace falta decir nada más…

Así que si tuviera que resumir en 4 claves:

  1. Puede que tengamos una crisis económica pero nuestro problema más serio es una crisis de cultura: no hay salida sin cambiar a una cultura que fomente innovar, probar y emprender
    Los que más se resistirán peor lo pasaran, las empresas que antes lo integren saldrán reforzadas.
    Tenemos que pedir que nuestros colegas, nuestro equipo y sobretodo nuestros directivos pasen de “te voy a explicar porque tu idea no va a funcionar” a “¿cómo propones hacerlo?”
    No significa implementar locuras, simplemente dar una posibilidad a nuevas ideas, nuevos modelos de demostrar si pueden funcionar. Si cada día hablamos en las noticias que estamos ante un cambio de modelo, las empresas no pueden limitarse a ideas que sean puramente de mejora. Y no pueden promover los buenos ejecutores antes de los emprendedores internos. Este cambio tendría que venir acompañado de un cambio de sistema de educación pero no podremos esperar a qué empiece a fomentar a abrir la mente en vez de perfeccionar el pensamiento racional hasta el extremo.
  2. No habrá cambio si no aprendemos a gestionar el riesgo. Esto significa un apoyo de inversores a proyectos innovadores. Tienen que entender la estrategia de los fondos de Silicon Valley: invierto en 30 proyectos innovadores asumiendo que 2 o 3 serán éxitos y hago mis números para que con estos éxitos me salga rentable. Es pura estadística. Ahora que las inversiones “seguras” como el inmobiliario o en empresas solidas como Lehman Brothers, Kodak, General Motors o Bankia han pasado de moda, es un buen momento para empezar este cambio. Es lo mismo que recomendamos cuando asesoramos a responsables de innovación en las empresas: les recomendamos gestionar los proyectos de innovación como una cartera, diversificando el riesgo, y no exigiendo a proyectos innovadores un ROI asegurado que no pueden garantir. En San Francisco, vimos que esta mentalidad se aplica también para proyectos internos a las empresas: piden a su jefe un presupuesto mínimo para hacer un piloto de una idea de la misma manera que pedirían una primera ronda de financiación en una start up. Si funciona, van a por la segunda ronda…
  3. La cultura del Prueba&Error es un pilar del éxito: fomentar la prueba, en entorno controlado, aprender del error para avanzar y no para buscar el culpable. En vez de perder meses discutiendo una idea con el objetivo de que todo este controlado (si es realmente innovadora por definición nunca lo estará), centrémonos en definir un prototipo, una prueba, lo que pretendemos aprender de la prueba, los próximos pasos,…
  4. Una manera abierta de enfocar la innovación: pasar de pensar en producto a pensar en soluciones y olvidarse del estudio de mercado como fuente de ideas nuevas o como herramienta de decisión para poner una innovación en marcha. Una de las frases que más he oído estos días: forget the f… focus group! Just prototype it, try it, interact with your consumer in real conditions and learn, thhen improve and try again…

Los Dreamers presentando los resultados de la primera semana de Imagine 2012: ahora que los focos creativos están bien definidos, tocara generar ideas y después transformarlas en proyectos.

 

 

 

Una cosa menos positiva de la experiencia, es ver cuanto talento tiene que marcharse de aquí para encontrar oportunidades ahí. Cada día me he encontrado a Españoles, con un nivel altísimo en sus disciplinas, que contaban su aventura en San Francisco. Sin complejos porque por competencia y formación pueden competir con cualquiera. Y la causa no es solo la crisis. Por supuesto no ayuda pero es una excusa que no explica todo. Cuando lanzamos la empresa hace 10 años, en plena época “España va bien” y con todo el mundo inflando la burbuja, los comentarios más comunes que recibimos fueron: “¿Por qué arriesgar con esto cuando podéis tener un puesto de dirección en una empresa “normal” con un buen sueldo garantizado”? “¡Y si no funciona!”, “no hay mercado para esto”,…
La crisis es bastante profunda como para poder conseguir un cambio cultural real: al tocar fondo muchos tendrán que replantearse las cosas. Espero que llegue antes de perder el talento y los emprendedores, externos o internos.
Por esto creo que todos tenemos que estar agradecidos a personas como Xavi Verdaguer; Rosa Monge, el resto del staff y por supuesto los Dreamers! Porque ponen toda su energía, que no es poca, a enseñarnos el camino.
No tengo duda que lo vayan a conseguir pero ¡necesitamos más Imagine y que más gente haga un paso hacia adelante como ellos!

Philippe
Socio de Inteligencia Creativa