Ahorra tiempo: organiza y sistematiza la creatividad e innovación en tu empresa
La necesidad de tiempo es otro de los principales frenos a la creatividad e innovación. El día a día, sobresaturado de trabajo en la mayoría de las empresas, hace que éstas nunca encuentren tiempo para innovar. Además innovar supone hacer las cosas de forma diferente por lo que tendremos, primero pensar qué hacer y luego aprender cómo hacerlo. Ello supone dedicarle mucho tiempo del que no disponemos y por lo tanto preferimos acabar haciendo lo mismo de siempre. Con esta mentalidad es difícil que una empresa innove.
Sin embargo, contrariamente a esta convicción bastante generalizada, la innovación mínimamente organizada y sistematizada puede ser un auténtico ahorro de tiempo. ¿Cómo conseguimos esto?
Muchas veces buscar nuevas soluciones o respuestas a algún tema forma parte de nuestro trabajo. Para ello, si esto afecta e implicada a más de una persona o a más de un departamento solemos montar reuniones con la finalidad de encontrar estas nuevas soluciones a nuestra necesidad. Estas reuniones, que suelen incluir largas discusiones a veces innecesarias y que muchas veces no aportar realmente nuevas respuestas, acaban haciéndose eternas por lo que perdemos en ellas un montón de horas improductivas y muchas a veces sin conseguir ningún resultado, y ello hace que tengamos que volver a reunirnos otra vez y volver a perder un montón de horas más.
Sin embargo, con ayuda de herramientas e introduciendo un mínimo proceso creativo en estas reuniones propias de nuestro día a día podemos ahorrar tiempo, ya que podemos seguir una metodología con unos timings más o menos definidos y además y, más importante todavía, haciendo uso de herramientas creativas, conseguiremos asegurar el output buscado, es decir vamos a llegar a nuevas ideas y en consecuencia nuevas soluciones, por lo que la sesión pasa a ser más productiva y finalmente nos ayuda a ahorrar tiempo.
Además, en las reuniones convencionales, a parte de que ser frecuentemente poco eficientes tal como hemos dicho antes, sólo interviene un tipo de pensamiento, el pensamiento racional. Si aplicamos la metodología de pensamiento creativo, introduciremos también el pensamiento lateral y en consecuencia obtenemos más ideas y además de los 2 tipos, ideas más clásicas e ideas rompedoras, con lo que aumentaremos doblemente la rentabilidad de la reunión.
Por lo tanto, el objetivo no es sistematizar y organizar la creatividad e innovación para crear un proceso paralelo al día a día de la organización sino que se trata de ponerlo al servicio de la gente en su trabajo ordinario a fin de ahorrarle tiempo y asegurarle que obtendrán nuevas ideas y nuevas soluciones a sus necesidades desde perspectivas diferentes.
En conclusión, sistematizar y organizar la creatividad e innovación no supone una pérdida de tiempo, sino contrariamente, es una inversión en tiempo que nos ayuda a encontrar nuevas soluciones a nuestras necesidades ya existentes del día a día y además nos asegura la productividad de dicho tiempo invertido.