La generacion de ideas sólo es un paso del proceso de pensamiento creativo
Para empezar, dejemos clara la diferencia entre innovación y pensamiento creativo: si la innovación consiste en implementar las ideas nuevas, el pensamiento creativo es el paso previo e imprescindible que nos permite conseguir estas nuevas ideas.
Por supuesto el objetivo es innovar porque generar ideas nuevas sin llevar algunas a la práctica no genera valor, pero para llevar a cabo esta fase de transformación necesitaremos una materia prima, las ideas, de calidad.
Cuando pensamos en conseguir ideas nuevas, solemos hablar de la fase de generación de ideas. Es una fase importante que podemos optimizar utilizando unas de las numerosas técnicas de creatividad que nos ayudaran a ir más allá del clásico brainstorming.
Pero, como podemos ver en el siguiente esquema, existen una fase anterior y una fase posterior que tienen un rol esencial si queremos generar ideas diferentes y que aporten valor. Una afirmación habitual que nos demuestra que estas fases no se han trabajado correctamente: “tengo muchas ideas, incluso demasiadas, pero al final no acaban de salir proyectos interesantes”
1. LA FASE DE EXPLORACIÓN (Reframe your problem): como ya explicamos en un post anterior (“La respuesta está en la pregunta”), preparar la fase de divergencia es un factor clave para el éxito. Por desgracia las empresas no suelen cuidarlo y pasan directamente a generar ideas sobre “su problema”. Pero la mejor manera de encontrar ideas nuevas es empezar buscando nuevas entradas al problema y transformarlas en preguntas nuevas e inspiradoras. Solemos dibujar la pregunta como una linterna porque cambiar el enfoque de entrada es como mover una linterna: aclara una nueva zona de posibles respuestas. Tenemos que transformar nuestros retos en focos creativos concretos y estos en preguntas inspirantes que optimizarán la fase de divergencia.
2. LA FASE DE GENERACIÓN DE IDEAS: existen numerosas herramientas para ayudarnos. Es importante utilizar técnicas simples que permitan a los participantes de una sesión poder dedicar su esfuerzo en pensar y no en entender la mecánica. El objetivo es la cantidad y no la calidad: si tengo muchas ideas no hay duda de que tendremos algunas buenas. Si pensamos en calidad en aquel momento, pondremos el juicio y volveremos a las ideas más racionales. Es igualmente clave la elección de las herramientas para conseguir un balance entre ideas de mejora e ideas más rompedoras (necesitamos las dos). Si hemos encontrado un buen enfoque con nuevas preguntas, ¡esta fase no es la más complicada!
3. LA FASE DE CONVERGENCIA: consiste en “aterrizar las ideas”. Aquí también nuestra experiencia nos demuestra que muchas empresas no le dan importancia. Pero es también una fase clave: una lista de ideas resultante de la fase de generación de ideas no es más que materia prima. Si no se trabaja bien, no se le saca todo el valor. No se puede aplicar directamente un proceso de selección con criterios como factibilidad, rentabilidad,… Simplemente porque las ideas más diferentes todavía no están listas para defenderse. ¿qué sentido tiene eliminar una idea por poco factible cuando no hemos hecho nada para que sea más factible?
Y no olvidéis que después de la Fase 3 queda lo más importante: llevar las ideas a la práctica, innovar. Si el proceso de Pensamiento Creativo se ha enfocado bien, ¡tendremos todos los números para conseguirlo!