“IDEA CANVAS”, una plantilla para aterrizar las ideas
En el proceso de innovación, existen dos fases muy diferentes. Puedes verlo en el siguiente gráfico:
La primera, el pensamiento creativo, va del reto a la generación de soluciones novedosas sobre el mismo.
La segunda, la gestión del proyecto de innovación, consiste en implementar estas soluciones hasta su puesta en marcha.
Si salimos de la fase de pensamiento creativo con ideas no muy concretas ni muy trabajadas, al llegar “al otro lado del puente”, es probable que tengamos varios problemas:
- Los especialistas del tema encargados de llevar a cabo el proyecto no entenderán las partes más rupturistas, las verán como poco realistas y recortarán la idea para que sea más “controlable”.
- Si la idea es rupturista y no bien aterrizada, no resistirá más de 5 minutos a una lista de puntos negativos que inevitablemente tendrá.
Por eso no se puede considerar una idea que sale de una sesión de generación de ideas como un producto acabado que se pueda presentar. Es una materia prima que hay que pulir para que tenga una posibilidad de tirar adelante. Si no hacemos este trabajo de pulido, mataremos las ideas más novedosas por no parecer factibles antes de intentar que lo sean.
En Inteligencia Creativa, llevamos años dando tanta importancia (y tiempo) a aterrizar las ideas que a generarlas. Hace unos meses decidimos dar más forma a nuestra ficha-idea y transformarla en una plantilla que pueda ayudar a las empresas en esta tarea.
Por razones que saltan a la vista, la hemos llamado “Idea Canvas” y es esta imagen. Podéis descargarla para imprimirla haciendo clic en la imagen.
Se compone de diferentes apartados:
LA IDEA: para concretarla y explicar lo que soluciona: los cajones están llenos de magníficas soluciones “que no tienen problema”. El problema puede no ser consciente o puede que haya que activar un insight, pero si somos capaces de explicar qué problema proponemos solucionar, nuestra idea tendrá más potencial.
PUNTOS CRÍTICOS: se trata simplemente de tener muy claro el aspecto más fuerte de la idea (para centrarnos en potenciarlo) y los principales puntos donde pensamos que podemos fallar (para ver cómo retrabajar la idea en consecuencia o tenerlos identificados para testarlos).
IMPACTO: queremos saber a quién va a impactar, en positivo y en negativo, nuestra idea. Pensar a quién no le puede gustar es un trabajo de anticipación que evita sorpresas a la hora de presentar.
POR ACLARAR: identificar los datos que no tenemos y que necesitaremos para transformar la idea en proyecto.
PILOTO: es un apartado clave que permite gestionar el riesgo: se trata de pensar en cómo testar de manera rápida y barata nuestra idea, no para validarla sino para aprender y mejorarla. Tendremos que identificar lo que queremos aprender y construir un piloto donde podremos fallar para sacar aprendizaje, mejorar la idea y pensar en el siguiente piloto… Si conocéis el Lean StartUp, estáis acostumbrados a esta filosofía de prueba y error, indispensable para empezar a trabajar en entornos de incertidumbre, lo que siempre será el caso si la idea es novedosa. Es uno de los puntos más importantes en el éxito de la innovación. Realizar un piloto inicial muy pronto permitirá pasar la idea al otro lado del puente con un primer feedback en entorno real y así hacer más fácil arrancar el proyecto.
PITCH: se matan muchas ideas no tanto por el contenido como por la mala defensa que se ha hecho de las mismas: mala presentación, enfoque poco claro, no se tiene en cuenta el perfil de la persona que tiene que aprobarla…Los emprendedores saben que para convencer a los inversores tendrán que preparar un pitch teniendo en cuenta unas reglas básicas. Se trata de hacer lo mismo aunque la presentación sea interna: un formato de no más de 3 minutos, cuidar el enganche para ganar la primera impresión…
Llevamos un año utilizando esta ficha con éxito en todo tipo de empresas, sectores, departamentos y retos. Pero seguro que es mejorable y ¡agradecemos vuestras ideas!